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jueves, 29 de marzo de 2012

Los hombres prefieren ver una vagina sin pelos




Desde la revolución sexual de la década de los 60, las mujeres han demostrado que no tienen pelos en la lengua. Cincuenta años después, con excepción de la cabeza, tampoco los tienen en el cuerpo. Primero fueron las piernas, pues en la medida en que subía el dobladillo de los vestidos desaparecían esos vellos para dar una apariencia más femenina. Después de todo, siempre se ha asociado a la piel tersa, suave y sin pelos con la feminidad. Luego fue el turno de las axilas, al punto de que hoy en día a ninguna mujer se le ocurriría salir a la calle en manga corta sin haberse depilado.
Más recientemente, en el año 2000, desde que Carrie Bradshaw, en un inolvidable episodio de Sex and the City, se depiló totalmente “allá abajo”, el vello púbico entró a formar parte de las cosas menos deseadas por las mujeres. De hecho, un estudio realizado por investigadoras de la Universidad de Indiana encontró que 60 por ciento de las jóvenes entre los 18 y los 24 años y 50 por ciento de las que están entre los 25 y los 29 están depiladas parcial o totalmente en esta zona. Aunque en Colombia no hay estadísticas, se sabe que la situación es muy similar a la de otros países occidentales.
Ya se ha dicho que este cambio de apariencia fue propiciado por la pornografía, industria que decretó la depilación como una norma, tal vez para destacar más los órganos sexuales de hombres y mujeres. Los jóvenes, más expuestos hoy a este tipo de contenidos, captaron el mensaje de inmediato. Pero también se responsabiliza a la moda, que a través de los descaderados, bikinis diminutos y ropa interior transparente llevó a muchas a tomar la decisión de cortar de raíz ese bosque triangular que adorna el monte de Venus.


Hoy la moda está tan difundida, que ya no es problema para una celebridad como Victoria Beckham decir públicamente que la cera en estos lugares debería ser obligatoria a partir de los 15 años, o que Kim Kardashian sentencie que las mujeres solo deberían tener pelo en la cabeza, o que Eva Longoria las invite a hacerse la cera total porque “el sexo que puedan tener después las hará regresar a la sala de depilación”.
Y es que la novedad en este tema es el sexo espectacular que promete una mujer sin vellos. Los hombres dicen que se sienten más atraídos a tener sexo oral con una que se haya depilado y, de hecho, los estudios confirman que eso es una realidad. Pero algunos sexólogos creen que se trata de una forma de infantilizar a las mujeres para sentir que están con niñas de 10 años. Ellos aseguran que no. Les gusta porque es más higiénico y, como dijo uno de ellos, “porque es un placer tocar la piel suave de esta zona, que nunca ha visto la luz del sol y casi nunca se roza con nada”.
También está la cuestión visual. Muchos se sienten atraídos porque sin el vello púbico los labios vaginales y el clítoris quedan expuestos a la vista. Los hombres también se han contagiado con la moda y, aunque dicen que lo hacen para complacer a las mujeres, muchos sospechan que se depilan para destacar sus atributos físicos. La idea es que un arbusto entre la hierba no sobresale tanto si no se poda la maleza a su alrededor.
Pero esta moda no está desprovista de problemas. A medida que la tendencia se populariza, la estética del cuerpo femenino sin un solo pelo empieza a ser la norma. Y las mujeres que no se someten a tener su pubis depilado, un proceso extremadamente doloroso, sienten el rechazo de sus pares. En los artículos sobre el tema siempre hay hombres que dicen que “con pelos, ni pío”.
Algunos sicólogos creen, por lo tanto, que como en todas las modas hay una presión social por someterse a estos procedimientos, y aunque muchas dicen que lo hacen por ellas mismas, para sentirse más limpias y cómodas, creen que en realidad es por temor al rechazo de los hombres. La cera es temporal, pero significa aplicarla caliente en una zona muy sensible y delicada, y luego retirar el vello desde el folículo. Algunas toman dos calmantes para el dolor antes del procedimiento. Otras se han sometido a la depilación con láser, que es definitiva, y que al parecer es igualmente dolorosa.
Lo curioso es que en privado a los hombres no les importa tanto el tema, y con pelos o sin ellos, están dispuestos a tener sexo con una mujer. Algunas se han rebelado contra la moda y prefieren no someterse a este nuevo y doloroso invento. “No me gusta tener la apariencia de una niña de 12 años”, dijo una joven de 21. Y ese ejemplo es digno de ser seguido porque las mujeres deben tener total libertad para decidir sobre este tema. Después de todo, desde la revolución sexual de los años 60 ellas han demostrado no tener pelos en la lengua para decir lo que sienten y lo que piensan.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi me calienta mucho que no tengan nada de pelitos

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