La Pregunta del Millón: ¿Es importante el tamaño del pene?

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Son muchos los que viven acomplejados por un miembro pequeño y otros que alardean de su pene siempre que pueden. Para ellos cobra tal importancia que se puede convertir en obsesión, siendo así la segunda causa de entre los hombres de mayor complejo, solo adelantada por la calvicie. bekiapareja.com

Desmintiendo mitos relativos al tamaño
Sin embargo, hay que desmentir varios mitos acerca del tamaño del pene y en cómo afecta la longitud del mismo a la hora de practicar sexo o darle placer a la pareja. Lo primero que debemos saber es que el tamaño del miembro es pura cuestión estética en el acto, a no ser que se tenga un problema reconocido como un micropene, en cuyo caso la práctica del coito se verá dificultada con creces y se tendrá que paliar la dificultad de otras formas.

Los miembros que erectos alcanzan entre 12 y 18 centímetros se engloban dentro de la media española, por lo tanto, un tamaño entre esos parámetros sería normal y no tendría porqué obsesionar a los hombres. Son un porcentaje muy pequeño los que superan los 18 centímetros, aunque existen multitud de formas para alargar el miembro masculino, ninguna de ellas está científicamente probada. Si bien es cierto existen ejercicios para que el pene tenga más vigor durante el acto: masajes por la mañana y al acostarse.




Dos tipos de orgasmo femenino
Lo primero que se puede desmentir es que se necesita un pene de un tamaño grande para dar placer a la mujer. Los motivos son simples, y es que el punto G, del cual se obtienen los orgasmos vaginales, se encuentra a escasos 5 centímetros de la entrada de la vagina, así que cualquier pene con un tamaño medio, supera esa medida.

Lo segundo a destacar es que la mayoría de las mujeres son clitorianas. Esto quiere decir que tan sólo un 25% de las mujeres habitualmente tienen orgasmos vaginales, el resto tendrían orgasmos clitorianos. La forma de estimular el clítoris es mediante el roce o bien manualmente, puesto que se encuentra encima de el orificio de la orina de la mujer, por lo que como se puede comprobar el tamaño del pene tampoco influye en este caso.

Estos son los dos puntos físicos con los que la mujer llega al orgasmo. Sin embargo hay muchas otras formas. Cada mujer es un mundo, un masaje, besos por el cuello, etc, cada una puede llegar a sentir el éxtasis de una forma distinta, y en ninguna de ella entra en juego el pene.


Posturas y seguridad en uno mismo
Si bien es cierto hay posturas que un pene de un menor tamaño no puede realizar correctamente, por ejemplo, la postura conocida como ‘el perrito’, el hombre necesita tener un miembro largo para poder alcanzar bien el punto G de la mujer ya que a no ser que se estimule manualmente, no se llega a rozar el clítoris.

No obstante, hay multitud de posturas con las que se puede disfrutar de un sexo pleno, la andrómeda, es decir, la mujer encima del hombre, satisface tanto a uno como al otro, llegando incluso a llevar a la mujer a poder tener un doble orgasmo: vaginal/clitoriano, ya que se está estimulando los dos puntos.

Lo más importante es asumir el cuerpo que se tiene, quererlo y mimarlo, pues eso nos otorgará confianza en nosotros mismos y no hay nada más excitante que la seguridad en uno mismo a la hora de practicar sexo.